Tres poemas desencantados
Ojo de una aguja
Enredado de letras
y de ritmos
el viento se aburre
de mis versos
ya nadie quieres ver
mis poemas, tan simples
como el café amargo
pensé que la gente era una mar
que alcanzaba en el ojo de una aguja.
©José Ángel Pineda.
Confuso
Se llenaba el cielo...
de ríos de nubes que corrían
desordenadamente
hacia algunas miradas
de rumores.
No voy a negar que estoy confuso
apenas me encuentro.
©José Ángel Pineda.
Enfermo
No voy a negar que estamos enfermos
unos de algo, otros de todo
pero sí, declaro estoy enfermo
pero me animo
y sigo deletreando
algún cuerpo de mujer
con una lengua tensa
y húmeda...
las mujeres se ponen
incomprensibles
son capaces de matarte
sí le das un abrazo
un cariño, un detalle
o un beso...
entre más amor les brindas
más incómodas se ponen
y hasta pueden degollarte,
y quemarte...
No voy a negar que estamos enfermos
unos de algo, otros de todo
pero sí, declaro estoy enfermo
pero me animo
y sigo deletreando
algún cuerpo de mujer
con una lengua tensa
y húmeda...
las mujeres se ponen
incomprensibles
son capaces de matarte
sí le das un abrazo
un cariño, un detalle
o un beso...
entre más amor les brindas
más incómodas se ponen
y hasta pueden degollarte,
y quemarte...
©José Ángel Pineda.
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